¿Temes que el suelo de tu huerto pierda nutrientes y se degrade rápidamente? Tanto si eres principiante, como si tienes práctica en tu huerto, el suelo es un factor determinante en el desarrollo de tus cultivos. Por eso, hoy en Eurogarden, vamos a conocer varias estrategias de conservación de suelo para tu huerto infalibles, porque un suelo fértil y rico es la base de un buen huerto y de unos cultivos sanos. 

Si notas el suelo de tu huerto compacto o que tus cultivos no crecen y se desarrollan como antes, no desesperes ¡estás en el lugar indicado! El suelo es fundamental para tus cultivos porque les aporta nutrientes u oxígeno y en él habita la microbiota, que forma parte del ecosistema con los cultivos, influyendo en su salud. 

Por eso, adoptar buenas prácticas de conservación del suelo es esencial para protegerlo, cuidarlo y, a su vez, mantener el ecosistema saludable. 

Si quieres saber cómo conservar o mejorar el suelo de tu huerto, ¡no te pierdas los siguientes consejos!

¿Por qué plantear estrategias para conservar el suelo?

El suelo es la base de todo tipo de cultivos, pero con el tiempo y el uso también se desgasta. Pero, ¿cuáles son las razones de este desgaste?

  • Una de las principales causas es la erosión del viento, que contribuye a la pérdida de nutrientes del suelo y a la degradación del hábitat de la microbiota.
  • Esta erosión no es sólo producida por el viento, la plantación continua de cultivos exigentes a nivel nutricional también debilitan el suelo y afectan al ecosistema, además de aumentar las plagas.
  • Otro factor que daña el suelo es su compactación. Este problema, muy común en los huertos, puede ocurrir por diversos motivos, como lluvias torrenciales, un riego excesivo, pisadas constantes o errores durante el manejo de la tierra. En este caso, el problema es que cuanto más compactado esté el suelo peor es la oxigenación y el agua tenderá a encharcarse al regar estropeando nuestro huerto y echando a perder nuestros cultivos.

Estrategias de conservación de suelo en el huerto

Si has notado que tu huerto se ve afectado por alguna de las situaciones mencionadas, es hora de ponerle solución y mejorar la calidad nutritiva de tu suelo. 

Si sigues todos los pasos, seguro que volverá a estar sano y será más productivo. ¡Apunta nuestros consejos!

1. Cultivos de cobertura. Plantar cultivos de cobertura es una práctica agrícola muy efectiva y común desde la antigüedad. Los cultivos de cobertura son cultivos adicionales que se pueden integrar junto con los cultivos principales o simplemente usarlos para cubrir la tierra y proteger el suelo de los efectos erosivos del viento, la lluvia o las altas temperaturas. Así pues, podemos sembrar cultivos como gramíneas o leguminosas, o cubrir el suelo con restos de césped, hojas muertas o heno.

2. Rotación de cultivos. De este modo, se promueve la biodiversidad a la vez que se evita plagas y con ello, enfermedades. Por ende, también se elimina el uso de insecticidas, disminuyendo la influencia de químicos que afectan a los microorganismos de la tierra. 

3. Labranza cero. Reduce el uso de herramientas manuales, como azadones y rastrillos, para mantener la calidad del suelo y disminuir lo máximo posible su compactación. Un uso constante o profundo de estas herramientas acaba exponiendo el suelo a varios efectos ambientales y, por lo tanto, mata muchos animales y microorganismos que contribuyen a su fertilidad.

4. Pasos habilitados. Al diseñar el huerto es importante dejar espacio entre cultivos para evitar que compitan entre ellos por los recursos naturales, pero también para poder realizar los cuidados necesarios sin caminar por encima del suelo húmedo.conservación del suelo

5. Aumentar el microbioma. Tanto las lombrices como su humus ayudan a que los nutrientes sean mejor absorbidos por los cultivos. Además de regenerar el suelo y de que sus galerías ayudan a mejorar la aireación, aceleran la descomposición de restos vegetales. El humus atrae a polinizadores y mejora la fertilidad del suelo, así se evita el uso de fertilizantes químicos y se reducen los efectos negativos en el medio ambiente.

6. Usar compost. El compost nos ayuda a mejorar la fertilidad, la estructura del suelo, proporcionar nutrientes, aumentar la biodiversidad y, además, ofrece una mejor retención del agua. Su uso también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que ayuda a conservar los recursos naturales y reduce la emisión de gases invernadero. El compost es un elemento que se puede comprar o, incluso, puedes hacer tú mismo tu compost casero. 

7. Combinación de cultivos. La combinación o asociación de cultivos consiste en combinar el cultivo de diferentes variedades y, de este modo, mediante su simbiosis, beneficiar el desarrollo de todos ellos. Esta técnica es muy común en los huertos sostenibles, ya que ofrece un sinfín de beneficios, entre ellos, la mejora del suelo al frenar las plagas y el crecimiento de malas hierbas y aumentar el aprovechamiento de los nutrientes, la biodiversidad y la resiliencia de los cultivos. 

El sustrato en macetas y jardineras

Si lo que tienes es un huerto urbano conformado con plantas y cultivos en macetas y jardineras en tu balcón, te estarás preguntando cómo y si puedes aplicar estos consejos en tu situación. La respuesta es claramente sí. La tierra es un punto clave para el desarrollo y crecimiento de nuestras plantas, bien sembremos directamente en tierra o en maceta.

La tierra para macetas es conocida generalmente como sustrato y, como decimos, es un elemento esencial para proporcionar nutrientes a nuestras plantas y que crezcan saludablemente. Por eso, la tierra para macetas está compuesta por una mezcla equilibrada de distintos materiales como turba, vermiculita, arena y compost. Cada uno de estos elementos, tiene un papel relevante en la retención de agua y el drenaje o en la aireación del sustrato. Además, esta tierra también actúa como reserva de nutrientes, liberándolos de manera gradual en función de las necesidades de las plantas. 

Por eso, es importante elegir un sustrato de calidad. ¡Veamos algunos factores importantes para elegir el sustrato adecuado!

  • Ten en cuenta que cada tipo de planta requiere un sustrato específico para crecer correctamente en función de su naturaleza y necesidades. Por ejemplo, las plantas que necesitan un drenaje rápido, requieren un sustrato arenoso y poco orgánico. Sin embargo, las plantas que necesitan una mayor retención de agua, requieren un sustrato con mayor contenido de turba y compost.
  • El pH del sustrato. El tema del pH es algo complicado, pero importante a la hora de cuidar nuestras plantas. Nos indica su índice de acidez o alcalinidad, algo fundamental para que nuestra planta prospere.  Por eso, es importante, antes de comprar el sustrato, investigar el pH óptimo para cada tipo de cultivo.
  • Es importante también prestar atención a las iniciales que encontrarás en cada bolsa de sustrato: NPK. Se trata de un indicativo sobre los porcentajes de Nitrógeno, Potasio y Fósforo que tiene esa composición. Gracias a este dato, sabrás exactamente qué nutrientes le vas a aportar a cada planta. Por ejemplo, para lograr la floración, mejor uno con índice elevado de Fósforo y Potasio. Si solo buscas su crecimiento, lo más importante será el porcentaje de Nitrógeno.

Aunque a priori pueda parecer algo complicado, las bolsas de sustrato que podemos encontrar en el mercado, tienen toda la información necesaria para saber cuál es la mejor opción para nuestras plantas en maceta. ¡Así que no desesperes! Esperamos que con estos consejos consigas un suelo nutricionalmente rico y fértil, que permita el desarrollo y crecimiento de tus cultivos, para dejar boquiabiertos a tus vecinos, a la vez que ayudas a la sostenibilidad del planeta.

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