¡Aquí estamos en una nueva entrega de nuestro blog, amigos huerter! Hoy, en Eurogarden te vamos a dar más detalles sobre una problemática que tal vez esté presente en tu huerto y/o jardín urbano: el suelo compactado.
La compactación del suelo es un problema común en los huertos urbanos y jardines, y puede tener consecuencias graves para las plantas y para la salud de la tierra. Este fenómenos se produce cuando las partículas de la tierra se comprimen de tal forma que ni el agua ni el oxígeno son capaces de penetrar correctamente bajo tierra. Esto dificulta el desarrollo correcto de las raíces de tus plantas, dando como resultado un bajo rendimiento. Por eso, es importante prevenirlo y así asegurar la fertilidad y el crecimiento saludable de las plantas.
Si crees que te puede estar pasando, apunta, ¡vamos a darte unas directrices sobre el tema para que estés prevenido y el manejo del suelo no se te resista!
¿Cómo identificar el suelo compactado?
Hoy vamos a tratar la problemática del suelo compactado, sus causas y cómo evitarlo. Todo para que tus plantas crezcan sanas y fuertes. La clave de una buena cosecha es un buen suelo y aprender a identificarlo es muy importante, así que quédate con nosotros, ¡que empezamos!
Como ya hemos dicho el suelo compactado es aquel cuyos poros están tan comprimidos que solo hay tierra donde deberían estar presentes agua y aire para alimentar las raíces. Es decir, es un suelo sin porosidad, y sin capacidad de retención de agua, características fatales para el cultivo.
Esta situación se puede dar por muchos motivos, como lluvias torrenciales, riego excesivo, tráfico de maquinaria sobre la tierra, pisadas constantes en la zona, o errores durante el manejo de la tierra como puede ser la aireación del suelo cuando éste está húmedo, lo cual debemos evitar si queremos tener un buen resultado. Pero, ¿cómo podemos identificarlo?
Lo primero que debes hacer si crees que este problema está afectando a tu huerto urbano es comprobarlo. Aunque existen métodos muy técnicos para ello, nosotros te vamos a dar un par de pistas para que lo valore. Por un lado, en un suelo compactado no puedes dejar huella al pisar. Así que observar la tierra al trabajarla nos puede dar una ligera idea del punto en que nos encontramos. Pero si quieres asegurarte, coge una varilla dura o de metal e introducela en el suelo haciendo presión constante, ¿cuesta que entre en la tierra? Si la respuesta es afirmativa, entonces es probable que tu suelo esté compactado.
También puedes prestar atención a síntomas como: agua encharcada en zonas bajas, agua que corre por el suelo en vez de absorberse, crecimiento lento de cultivos, raíces superficiales de árboles y zonas donde no crece nada. Todas estas características son típicas de esta problemática y, como decíamos antes, observar nuestra plantación será clave para hacer un buen diagnóstico y tomar medidas.
5 claves para evitar el suelo compactado
Ahora que ya sabes si tu suelo está compactado, vamos a ver las posibles soluciones:
- Aireación del suelo. Una de las formas más efectivas de solucionar la compactación del suelo es mediante la aireación del mismo. Puedes hacer esto utilizando un rastrillo o un tenedor de jardín para aflojar la superficie del suelo. También puedes utilizar una barrena manual para perforar agujeros en el suelo. Pero recuerda, es muy importante que no hagas esto con el suelo mojado, pues conseguirás el efecto contrario.
- Agregado de materia orgánica. Agregar materia orgánica como compost o abono a tu huerto urbano o jardín puede ayudar a mejorar la estructura del suelo y reducir la compactación. La materia orgánica también ayuda a aumentar la retención de agua y nutrientes en el suelo. Nosotros te recomendamos hacer tu propio compost casero para controlar todo el proceso y, de paso, reciclar los residuos que se generan en tu hogar.
- Uso de alfalfa, trébol, o rábano forrajero. Son plantas que se utilizan para enriquecer el suelo y reducir la compactación. Tienen raíces profundas que aflojan el suelo y lo enriquecen con nutrientes. Es un método que lleva tiempo para obtener resultados, pero muy efectivo.
- Evita el uso de maquinaria pesada. Si necesitas utilizar maquinaria pesada en tu huerto urbano, trata de no utilizarla en el mismo lugar de manera constante. También puedes utilizar herramientas manuales para trabajar en el suelo.
- Reducción del tráfico. Trata de reducir el paso peatonal o vehicular en la zona para evitar la compactación del suelo. También puedes realizar caminos de tablas o grava en las zonas en las que transites habitualmente, para sí reducir la degradación.
Siguiendo todas estas pautas, podrás acabar con este problema en tu huerto. Sin embargo, lo mejor es que intentes desde el principio prevenir la compactación del suelo. Para ello, además de tener en cuenta los puntos anteriormente explicados, también te recomendamos que riegues tus plantas en su justa medida y que apliques la rotación de cultivos, una práctica beneficiosa para tu huerto en muchos sentidos.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda y a partir de ahora puedas identificar y solucionar este inconveniente, ya que la clave del buen desarrollo de un cultivo empieza en la calidad de la tierra.
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