Las plantas aromáticas son mucho más que un complemento para cocinar. Además de aportar sabor y aroma a tus platos, tienen propiedades medicinales, ayudan a repeler plagas y embellecen cualquier rincón del huerto, terraza o balcón.
Cultivarlas es sencillo, pero requieren algunos cuidados básicos para mantenerse vigorosas y productivas durante todo el año. Hoy en Eurogarden te contamos todo lo que necesitas saber para tener éxito con ellas.
9 consejos para cuidar tus plantas aromáticas
Las plantas aromáticas son un básico en cualquier huerto o balcón ya que son fáciles de mantener a la vez que son muy productivas, pero cómo todo tienen su ciencia. En otro post os dimos las claves para empezar un minihuerto de aromáticas en casa. Pero, ¿cómo debemos cuidarlas para que crezcan sanas y con todo su esplendor? ¡Toma nota!
1. ¿Tierra o maceta? Una de las grandes ventajas de las aromáticas es su versatilidad, pueden cultivarse directamente en el huerto o en macetas, ya sean macetas únicas o jardineras. Asegúrate de usar un recipiente con buen drenaje y al menos 20 centímetros de profundidad. Es una buena opción para controlar mejor el riego y moverlas según la estación. Si decides cultivarlas en suelo, ten en cuenta que prefieren suelos ligeros, aireados y bien drenados. Si tu tierra es muy arcillosa o compacta, puedes mejorarla con arena y compost.
2. Las plantas aromáticas aman el sol. La mayoría de las aromáticas son plantas mediterráneas, por lo que necesitan una exposición soleada, idealmente de al menos 5-6 horas de sol directo al día. Por ejemplo, la albahaca, el orégano, el tomillo, el romero y la salvia agradecen entornos cálidos y secos. Sin embargo, otras como la menta o el perejil toleran mejor zonas de semisombra y algo más de humedad, aunque también prosperan bien al sol si el riego es constante. Si quieres saber cómo aprovechar la luz en el huerto, no te pierdas nuestro post dedicado al tema.
3. Ni mucho, ni poco riego. Uno de los errores más comunes es regarlas en exceso. Las plantas aromáticas, en general, prefieren un riego moderado. Lo más recomendable es esperar a que el sustrato esté seco antes de volver a regar. En climas cálidos o en verano, vigila que no se sequen del todo, especialmente en macetas. En invierno o en zonas con humedad, reduce mucho los riegos. El exceso de agua puede provocar pudriciones en raíces o tallos.
4. Sustrato y nutrientes. Prefieren sustratos ligeros, con buen drenaje y ricos en materia orgánica. Puedes usar sustrato universal mezclado con perlita, fibra de coco o arena para mejorar la aireación. No requieren grandes abonados, pero un aporte de compost o humus de lombriz cada 6-8 semanas mantendrá tus plantas fuertes. Evita los fertilizantes con exceso de nitrógeno, ya que favorecen el crecimiento de hojas, pero reducen el aroma y sabor de las plantas.
5. Poda y recolección. Podar tus aromáticas con frecuencia es esencial para que crezcan más densas y saludables. Lo recomendable es cosechar a menudo, pero nunca más de un tercio de la planta de golpe. Esto estimulará nuevos brotes. También te aconsejamos retirar flores si quieres prolongar la producción de hojas, ya que muchas aromáticas, como la albahaca o el cilantro, dejan de producir hojas tras florecer. Elimina también hojas secas o enfermas para evitar la propagación de enfermedades.
6. Plagas y enfermedades más comunes. Aunque son resistentes, algunas plagas pueden afectar a tus aromáticas. Por ejemplo, el pulgón suele aparecer en primavera. Otra plaga común en las plantas aromáticas es la araña roja, sobre todo en ambientes secos. Otro habitual son los hongos como el oídio, si hay exceso de humedad, por eso es fundamental evitar mojar las hojas al regar y mantener una buena ventilación entre plantas.
7. Asociaciones beneficiosas. Muchas aromáticas tienen un efecto repelente o atrayente sobre otros insectos, por lo que conviene plantarlas junto a otros cultivos. Por ejemplo, la albahaca si se cultiva junto al tomate, mejora su sabor y repele insectos. Otra buena opción para sembrar junto a tus hortalizas son el romero y la lavanda, que atraen polinizadores y repelen plagas. La menta, por su parte, disuade hormigas, pulgones y algunas orugas, pero es invasiva, por lo que lo mejor es colocarla cerca, pero teniendo su propio espacio delimitado en una maceta. También te recomendamos sembrar cerca cilantro o eneldo, atrayentes naturales de insectos beneficiosos como sírfidos y mariquitas.
8. ¿Aromáticas perennes o anuales? Las plantas perennes como el tomillo, el romero, la salvia o la lavanda se mantienen todo el año, aunque en invierno bajan su actividad. Sin embargo, plantas aromáticas anuales o bianuales como la albahaca, el cilantro, el eneldo o el perejil deben sembrarse cada año o cada dos, según el clima. Son características a tener en cuenta a la hora de decidir qué es lo que más compensa en tu huerto, jardín o balcón.
9. ¿Cómo conservarlas? Si produces más de lo que consumes, puedes conservar tus aromáticas secándolas o congelándolas. Para secarlas, puedes hacerlo al aire colgando los ramilletes boca abajo en un lugar seco y oscuro. En el caso de congelarlas, pica las hojas frescas y guárdalas en cubitos de hielo con aceite o agua.
Teniendo en cuenta estos cuidados básicos para plantas aromáticas podrás disfrutar de ellas durante mucho tiempo y, por lo tanto, disfrutar de todas las ventajas y potencial que tienen estas plantas.
Y tú, ¿cuáles son tus aromáticas favoritas y cómo las cultivas? Puedes contarnos tu experiencia en nuestro perfil de Instagram. Si quieres informarte sobre otras variedades y sacarle todo el provecho posible a tus cultivos, échale un vistazo al resto de artículos de nuestro blog. ¡Te leemos!
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