En el huerto, muchas veces, nos limitamos a cultivar un pequeño grupo de variedades más o menos populares sin saber muy bien diferenciar si son anuales, bienales o incluso perennes. 

Sin embargo, existen cientos de especies, cada una de ellas con sus propias características y ventajas. Antes de decidirnos por unas u otras deberíamos investigar qué nos puede aportar cada una y cómo podemos combinarlas en nuestro huerto para sacarles el máximo provecho posible. 

Si estás interesado en empezar a conocer mejor algunos conceptos claves del huerto, ¡estás de suerte! Abre bien los ojos y la mente porque desde Eurogarden vamos a explicarte qué són y qué beneficios aportan al huerto las plantas perennes.

¿Diferencia entre plantas anuales, bienales y perennes?

Uno de los conceptos claves que debemos conocer es qué tipo de plantas vamos a cultivar en función de su ciclo vital o duración. De este modo, las plantas se dividen en tres grandes familias: anuales, bienales y perennes.

Las plantas anuales son aquellas que completan su ciclo en un año. Crecen a partir de una semilla, florecen y mueren tras producir nuevas semillas. 

Las bienales, por su parte, completan el ciclo en dos años. El primer año se produce el crecimiento vegetativo y se almacenan sustancias de reserva y ya en el segundo se produce la floración y fructificación.

Por último, las plantas perennes, en las que vamos a poner el foco en este post, son las especies cuyo ciclo vegetativo es superior a dos años. Es decir, las sembramos una vez y las cosechamos año tras año. Pueden ser herbáceas o leñosas.

Beneficios de los cultivos perennes

plantas perennes Una vez vistas las diferentes plantas que podéis sembrar en función de su duración, vamos a contaros las ventajas que las plantas perennes pueden ofrecerle a vuestro huerto. ¡Seguid leyendo!

  • Bajo mantenimiento. Esta variedad de plantas no requiere una gran cantidad de labores de mantenimiento, ya que una vez que se asientan requieren una atención mínima por nuestra parte.
  • Gran resistencia a plagas, enfermedades y fenómenos meteorológicos adversos. Tienen unas raíces más profundas que las plantas anuales, lo que las hace más resistentes a todos estos problemas e incluso a la invasión de otras plantas con las que comparten espacio. Este es un punto a tener en cuenta a la hora de sembrar unas variedades u otras al lado de ellas. 
  • Distintas cosechas a lo largo del año. Al combinarlas con plantas anuales y bienales, podemos obtener cosechas en fechas diferentes y de este modo obtener frutos durante todo el año.
  • Mejoran la estructura del suelo. Las plantas perennes, una vez sembradas, permanecen en el suelo y crecen durante muchos años contribuyendo a que el suelo se mantenga intacto. Gracias a sus raíces más profundas absorben y sacan a la superficie una serie de nutrientes que estaban fuera del alcance de otras plantas. Con el paso del tiempo, al ir perdiendo sus hojas y no necesitar laboreo, desarrollan una gran variedad de microorganismos beneficiosos para la fertilidad de la tierra.  
  • Un huerto o jardín más bonito. Las plantas perennes se pueden usar de manera ornamental, para combatir la erosión del suelo por lo motivos vistos arriba e, incluso, pueden ser refugio para fauna beneficiosa como los polinizadores u ofrecer sombra y actuar como cortaviento para otras plantas gracias a la altura que algunas de ellas llegan a alcanzar.

5 plantas perennes ideales para tu huerto

Por último, os vamos a proponer cinco ejemplos de plantas perennes que harán vuestras delicias tanto en el huerto como en la mesa. ¡Apuntad!

  1. Espárrago. Es un cultivo que crece tanto a lo largo como a lo ancho y una vez sembrado no se moverá de su sitio, dándonos muchos años de buenas cosechas si están bien cuidados (ubicación al sol y suelos que drenen bien).
  2. Plantas aromáticas (como lavanda, orégano, salvia, romero, tomillo, o el cebollino). Las plantas aromáticas, en general, son siempre útiles en cualquier huerto y beneficiosas para evitar las plagas y enfermedades. En el caso del cebollino, por ejemplo, es un cultivo muy resistente que se desarrolla a pleno sol y en una amplia variedad de suelos, aunque los prefiere con un alto contenido en materia orgánica. ¡Da mucha producción y aportará un toque de sabor a tus platos como ensaladas o cremas!
  3. Apio. De esta planta, se aprovecha todo: el porte, las pencas y las hojas. ¡Diversas posibilidades gastronómicas que seguro que no te querrás perder! 
  4. Fresas y/o frutos del bosque (grosellas, frambuesas, arándanos…). Son una opción ideal para cubrir esas zonas residuales o marginales de nuestro huerto o jardín ya que son cultivos resistentes, agradecidos y que además, son productivamente deliciosos.
  5. Alcachofa. Si eres un huerter experimentado, esta es tu mejor opción. ¡Aunque es algo compleja de cultivar es una auténtica delicia! Se trata de una planta perenne resistente a los periodos de sequía, que cuenta con un sistema radicular tan fuerte y profundo que le permite adaptarse a gran variedad de suelos. En cuanto a su característico y delicioso sabor, ¡qué os vamos a decir que no sepáis ya!

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