Si tienes un pequeño terreno alrededor de tu casa o un jardín, seguro que ya tienes césped o si no, probablemente estás deseando tenerlo para darle envidia al vecino.
Sembrar césped y cuidarlo es una de esas cosas que nos parece más compleja de lo que realmente es en realidad, ¡veámoslo! 😉
Disfrutar de una preciosa zona verde en la que tomar el sol en verano, jugar con tus hijos, disfrutar con la mascota, preparar una comida/cena con amigos y/o sentarte a leer… es mucho más sencillo de lo que piensas y en Eurogarden te lo vamos a demostrar.
Sembrar césped en 7 pasos con Eurogarden
Hoy vamos a ver los pasos qué debemos seguir para tener un jardín que sea la envidia de todo el vecindario. ¡Sigue leyendo!
- Analizar el terreno. Lo primero que tenemos que saber es las características del suelo en el que pretendemos sembrar el césped y las condiciones climatológicas, ya que estas nos darán pistas fundamentales sobre qué tipo de césped podemos tener y los cuidados que deberemos proporcionarle. También debemos delimitar la zona que queremos cubrir y pensar si además del césped queremos sembrar alguna otra variedad de plantas. En definitiva, debemos diseñar nuestro jardín ideal para tener claro desde el principio cómo queremos que quede.
- Elegir la variedad. Teniendo claro el punto anterior, es el momento de elegir la variedad de césped que mejor se adapta a las condiciones de las que disponemos y a la función que queremos darle. Al igual que ocurre con otro tipo de plantas y cultivos, existen diferentes variedades de césped que podemos clasificar en tres grandes familias o supuestos: césped para practicar deportes y juegos, que es aquel resistente al pisoteo; césped ornamental y fino, es un césped de hoja fina y tupida que no se puede pisar y que requiere más cuidados; y césped para relajarnos y disfrutar, algo intermedio entre los otros dos.
- Preparar el suelo. Antes de sembrar el césped, el suelo debe de estar listo para recibir las semillas para lo cual debemos hacer algunas tareas como labrarlo para descompactar la tierra y posibilitar la circulación del aire y la humedad, limpiar el suelo de piedras y malezas, aplicar una enmienda orgánica como compost, estiércol, mantillo… Además, si el suelo es demasiado ácido le podemos agregar cal y si tiene demasiada arcilla o es muy compacto, la arena lo hará más liviano y suelto.
- Elegir el sistema de riego. Antes de sembrar el césped, debes de plantearte qué sistema de riego quieres utilizar ya que el césped es una de las plantas que más agua necesita y a horas determinadas. Si quieres disfrutar de tu tiempo libre sin tener que estar pendiente cada día, la mejor opción es la instalación del riego automático.
- Nivelar el suelo. Las labores anteriores habrán producido ciertos desniveles que debemos de alisar con un rastrillo para nivelar el terreno y que nuestro césped no sufra ondulaciones.
- ¡Toca sembrar nuestro césped! El césped podemos sembrarlo de dos formas: a mano o mediante una sembradora. Sea como sea, tendremos que marcar filas o franjas para evitar dejar huecos sin semillas. Como consejo, sembrar primero el perímetro del terreno para dejarlo ya delimitado. Es importante aplicar la dosis recomendada en el sobre de las semillas y en una época favorable para su crecimiento (primavera u otoño).
- ¿Y después qué? Una vez sembrado el césped debe de germinar y para ello es necesario mantener la tierra ligeramente húmeda. Debemos regarlo de forma suave y frecuente, unas 4-6 veces al día.
Las primeras hierbas asomarán unos cinco días después de la siembra y la totalidad tras unas cuatro semanas. Cuando el césped alcance una altura de unos 8-10 centímetros, nos tocará realizar la primera siega. Debe de cortarse un tercio de la altura total del césped para estimular el crecimiento de nuevos brotes.
¡Et voilà! Siguiendo todos estos pasos podrás presumir de un precioso césped natural.
Si gracias a este post, te has animado a darle color a tu casa sembrando césped tú mismo, échale un vistazo a nuestra amplia gama de semillas de césped.
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