El tomate es uno de los alimentos más cultivados y consumidos en el mundo y además, cuenta con un amplio abanico de variedades. Por eso, desde Eurogarden queremos facilitaros los conocimientos básicos para que vosotros mismos podáis cultivar y degustar vuestros propios tomates ‘desde la semilla’. ¡Seguid leyendo!

Además de ser un producto altamente consumido, el tomate y su clasificación es uno de esos debates irresolubles sobre los que todo el mundo opina. ¿Es una fruta, una verdura o una hortaliza? La cuestión varía en función de su clasificación botánica o culinaria.

Desde el punto de vista botánico, el tomate es una fruta ya que se trata de la parte de la planta que contiene las semillas. Sin embargo, si hablamos del tomate como alimento, podría clasificarse como una verdura, ya que este término se usa para agrupar plantas con partes comestibles y es la clasificación culinaria correcta. En cuanto a si es una hortaliza, en general se dice que son hortalizas aquellas plantas cultivadas en huertas o regadíos, que se consumen como alimentos ya sea de forma cruda o preparada, con la excepción de las frutas y cereales, Por lo que técnicamente y haciendo caso a dicha excepción, no sería una hortaliza, aunque históricamente se haya clasificado como tal.

Hablando de la historia, el tomate es un cultivo originario del continente americano que pertenece a la familia Solanaceae y concretamente al género Solanum; siendo su nombre completo Solanum lycopersicum.

En Europa, en sus inicios, fue utilizada como planta ornamental hasta que a finales del siglo XVIII empezó a cultivarse para su consumo.

Hoy en día, podemos cultivarla prácticamente en cualquier parte del mundo. No sólo en los huertos clásicos situados en la tierra, sino que es una de las primeras opciones de cultivo de los huerters principiantes que se animan a sembrarlos en macetas y mesas de cultivo para, además de poder saborear sus propios tomates, dar color a sus balcones y terrazas

Su característico sabor, que enriquece cualquier plato, unido a los múltiples beneficios que aporta para la salud, lo han convertido en una de las frutas con más variedades, siendo algunas de ellas: raf, corazón de buey, tres cantos, cherry… se estima que se han desarrollado más de 20.000 variedades de tomate en todo el mundo, algunas tan populares como el tomate Monterosa. La mayoría de los tomates tienen el característico color rojo, pero, de hecho, los hay amarillos, naranjas, rosados, púrpuras, verdes e incluso multicolores y rayados. El tomate es un alimento tan icónico y valorado que es el primero con su propio Sapiens, un libro dedicado exclusivamente a conocimientos sobre esta fruta, elaborado por elBullifoundation y Semillas Fitó.

Te guste la variedad que te guste, en Eurogarden te animamos a cultivarlo tu mismo desde la semilla para disfrutar y controlar su crecimiento desde el principio. Para que sepas hacerlo y no surja ningún problema, te dejamos una breve guía con las principales indicaciones. ¡No te la pierdas y toma nota!

Guía del cultivo de tomates

Si te animas a cultivar tus propios tomates, te recomendamos que vivas la experiencia completa y lo hagas desde la semilla. Prepara tu semillero y tu huerto para su siembra, ya que con la llegada de la primavera, encontramos la época propicia para llevarlo a cabo. ¡Atento a los pasos que os detallamos a continuación!

1. CLIMA

La tomatera es un tipo de planta que se adapta a prácticamente todo tipo de climas, exceptuando únicamente a los propensos a las heladas, a las que el tomate es bastante sensible. No obstante, la temperatura óptima para su desarrollo se encuentra entre los 18-30º C.

Con respecto a su ubicación, ya sea en macetas o directamente en la tierra, requiere sol directo. Necesita mucha luminosidad, entre 6 y 10 horas de sol, para crecer adecuadamente y que los frutos maduren.

No obstante, recomendamos hacer la siembra en semillero para garantizar una buena temperatura.

2. TIERRA

En lo que respecta al suelo, los tomates son una planta que demanda muchos nutrientes. Requieren, por tanto, suelos fértiles, bien trabajados y un buen drenaje. Para asegurarnos de que los frutos crezcan y se desarrollen en condiciones, necesita un buen abonado por lo que no hay nada mejor que añadir compost o humus de lombriz en la zona de plantación o en las macetas o jardineras.

Además, necesitan calcio y potasio si se quiere mejorar la calidad del cultivo. El calcio le otorga más elasticidad a la piel del tomate reduciendo así el riesgo de “peseta”, es decir, que se pudra el culo del tomate.

3. SIEMBRA

Llegado el momento de la siembra, hay que tener claros ciertos requisitos. El marco de plantación habitual es de unos 80 centímetros entre líneas y 40 entre plantas. La siembra se realizará a golpes de entre 3 y 5 semillas que deben enterrarse a una profundidad de entre 0,2 y 0,5 centímetros.

Las semillas comenzarán a germinar aproximadamente a los 7-10 días.

Si hemos hecho la plantación en un semillero, maceta o jardinera, es importante tener en cuenta que habrá que trasplantar nuestras tomateras una vez la planta tenga de 5 a 6 hojas verdaderas. Después, puede plantarse en macetas de unos 40 litros.

4. RIEGO Y MANTENIMIENTO

El tomate requiere de una frecuencia de riego regular desde el principio, pero teniendo mucho cuidado con los encharcamientos ya que podrían propiciar la aparición de hongos y arruinar nuestra cosecha. Por eso, se recomienda regar únicamente la tierra y evitar el agua en las hojas.

En el caso de los tomates, la instalación de tutores será fundamental en la mayoría de las variedades, debido a que el peso de la fruta puede provocar la rotura de la planta. Por lo tanto, unos 15 o 20 días después del trasplante, sujetaremos la planta a su tutor para que crezca correctamente.

También es recomendable podar las tomateras ya que suelen salir ramas que no dan fruto pero que consumen recursos de la planta. Estas ramas, conocidas como chupones se pueden ir eliminando a las 3 semanas del trasplante, dejando uno o dos tallos principales para que crezcan con más fuerza. La poda se puede realizar tanto con unas tijeras como directamente con la mano teniendo cuidado de no dañar el resto de la planta.

5. COSECHA

La cosecha suele comenzar a los 150-180 días de la siembra. Para disfrutar de todo el sabor de los tomates hay que estar atentos a su maduración, que variará según las variedades.

Para obtener tomates durante varios meses, es recomendable sembrarlos de forma escalonada cada 3 semanas, de tal forma que tengamos una cosecha escalonada y prolongada en el tiempo durante la temporada.

En Eurogarden contamos con diferentes variedades de tomates.
¡Descúbrelas en nuestra web y anímate a probar las que más te gusten!

Si quieres estar al día de las mejores épocas para cultivar las distintas frutas y hortalizas y de diversos consejos y recomendaciones para sembrar desde la semilla, síguenos en Instagram: https://www.instagram.com/eurogardenseeds/