Muchas veces en el huerto tendemos a separar cultivos y variedades e incluso por un lado los cultivos con fruto y por otro aquellos cultivos ornamentales o plantas con flor. Sin embargo, las plantas con flor no solo pueden estar en el jardín, el balcón o la terraza… si no que deberían estar también en tu huerto. Bien elegidas y combinadas, cumplen funciones muy interesantes que hoy en el blog de Eurogarden te vamos a contar. ¡Sigue leyendo!
5 beneficios de sembrar plantas con flor en tu huerto
Como se suele decir, no todo es belleza y, en el caso de las flores, también aplica. Las plantas con flor, más allá de su función estética, tienen un buen número de importantes beneficios para nuestros huertos. ¡Vamos a verlos!
1. Atraen polinizadores. Las flores son fundamentales para atraer polinizadores como abejas, mariposas y otros insectos beneficiosos para nuestros huertos. Estos polinizadores son esenciales para la reproducción de muchas plantas, incluyendo las hortalizas. Al polinizar las flores, facilitan la producción de frutos y semillas, algo crucial para obtener una cosecha abundante. Además, algunas especies como la lavanda o el girasol son especialmente atractivas para estas criaturas, lo que incrementa la biodiversidad en el huerto.
2. Control de plagas. Ciertas plantas con flor pueden ayudar a controlar plagas de manera natural ya que contienen compuestos que repelen insectos perjudiciales. Por ejemplo, las caléndulas, los crisantemos o los tagetes, una de las plantas florales por excelencia en los huertos para prevenir problemas de nemátodos en las raíces. Asimismo, algunas flores pueden atraer insectos depredadores que se alimentan de plagas, ayudando a mantener un equilibrio ecológico en el huerto y reduciendo la necesidad de productos químicos.
3. Mejora de la calidad del suelo y el aire. Las raíces de las plantas con flor ayudan a prevenir la erosión del suelo y mejoran su estructura, lo que facilita la absorción de nutrientes y agua. Además, como todas las plantas, las flores contribuyen a la purificación del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno durante la fotosíntesis. Esto no solo beneficia a las plantas circundantes, sino también al entorno general del jardín.
4. Beneficios estéticos y emocionales. Hemos dicho que no todo es la belleza, pero no nos engañemos, también es importante. Las flores añaden un toque estético y colorido al huerto, haciendo que sea un lugar más agradable y acogedor. Además, está comprobado que la presencia de flores y colores vivos puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Un huerto con flores no solo es un espacio funcional para el cultivo de alimentos, sino también un refugio de paz y belleza.
5. Flores comestibles. Por si todo lo anterior fuera poco, muchas flores son comestibles y pueden ser utilizadas para añadir sabor y color a diversos platos. Por ejemplo, las flores de caléndula, violetas y capuchinas son conocidas por sus cualidades culinarias. Además, algunas flores se pueden utilizar para hacer infusiones, cosméticos naturales y remedios caseros, lo que amplía su utilidad más allá del jardín.
Como has podido ver, sembrar plantas con flor no solo embellece el espacio, sino que también trae múltiples beneficios funcionales y ecológicos, lo que hace de estas plantas, un alternativa valiosa para cualquier huerto.
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