Seguro que a estas alturas ya has oído hablar de la espelta, y es que en los últimos años ha obtenido gran popularidad y son muchos los productos que presumen de tenerla entre sus ingredientes. Sin embargo, como siempre, desde Eurogarden os animamos a cultivar vuestra propia espelta desde la semilla y así poder aseguraros de gozar de los múltiples beneficios que la han catapultado a la categoría de superalimento.

Espelta y trigo son muy parecidos. No obstante, además de la antigüedad de la primera, existen otras diferencias fundamentales entre estos dos granos. Tanto a nivel nutricional como para el medio ambiente, la espelta posee mayores beneficios que el trigo. ¿Quieres conocerlos? ¡Pues acompáñanos durante este repaso a la historia y las bondades del supercereal de moda!

Orígenes de la espelta

La espelta (Triticum spelta) también llamada escanda, es una variedad antigua del trigo moderno que fue base de la alimentación humana en el Mediterráneo durante miles de años. Esta semilla ya se cultivaba hace 7.000 años en Oriente Medio, en las actuales Irak e Irán, y en el sureste de Europa, desde dónde fue extendiéndose a lo largo del Mediterráneo hacia el oeste y hacia el norte. Los romanos la consumían en pan o gachas, extendiendo su cultivo a través de su imperio, y durante la Edad Media, las clases más ricas consumían habitualmente pan de espelta, más valorado que el pan de centeno o de cebada que consumían los más pobres.

A pesar de esto, su fama y su consumo decayeron en el siglo XIX debido a la rápida evolución de las técnicas agrícolas, que hicieron que fuera menos rentable para los agricultores. El trigo común podía cosecharse en un único proceso, mientras que la espelta necesitaba procedimientos adicionales para extraer su cáscara exterior.

Por suerte para nosotros, todo acaba volviendo y actualmente se está recuperando y potenciando el consumo de productos antiguos que nos aportan numerosos beneficios, como es el caso de la espelta. Este cereal ha recuperado su popularidad gracias principalmente a dos factores: al desarrollo de la agricultura ecológica y al valor que han adquirido las cualidades nutricionales de los alimentos a la hora de consumirlos.

EspeltaFormas de usar la espelta

La espelta permite diferentes modos de cultivo que se adaptan a distintas situaciones y espacios. Puede cultivarse hierba de espelta, aprovechando de este modo cualquier rincón y obteniendo cosechas en apenas un par de semanas; o cultivarla para obtener el grano para preparar tus propias harinas y pastas. Sea como sea, la espelta tiene diversas presentaciones que se adecúan a los distintos usos que se le pueden dar. ¡Los vemos!

 

  • En forma de harina. La forma más común de encontrarla, usada en panadería y repostería y para hacer pasta alimenticia.
  • La espelta en grano. Puede cocerse y usarse de acompañamiento de platos o añadirlo a guisos de forma similar al trigo o al arroz. No obstante, hay que dejarla en remojo unas ocho horas y una hora y media en cocción. 
  • La espelta hinchada o en copos. Es una manera muy cómoda de consumirla. Puede añadirse directamente a los cereales en el desayuno, a ensaladas, frutas, yogur, zumos o batidos. En caso de cocinarla, su tiempo de cocción es mucho menor, entre 1 y 5 minutos. De este modo, absorbe muy bien los sabores y suele utilizarse para sopas, cremas, ensaladas, salteados con verduras o guisos. 
  • El salvado de espelta. Se trata de la cascarilla del grano y es conocido por su gran aporte de fibra y minerales. Por eso, suele añadirse a los mueslis o cereales del desayuno, o a batidos y zumos.
  • El cuscús y el bulgur de espelta. El primero es la sémola del cereal y el segundo el grano cocido, secado y luego partido. Ambos son rápidos y fáciles de cocinar y dan un plus de sabor y nutrientes a las recetas de cuscús tradicionales.

Beneficios de la espelta

Ahora que ya sabemos todas las formas en las que nos podemos encontrar la espelta, vamos a descubrir sus beneficios. Destacan principalmente dos: los efectos positivos de introducirla de manera regular en nuestra dieta y su cultivo siguiendo las pautas de la agricultura ecológica.

  • Tiene un alto valor nutricional con un alto contenido en fibras, proteínas, minerales y vitaminas. Todas estas propiedades la convierten en una gran aliada en la prevención de distintas dolencias y enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular, óseo, nervioso e inmunitario. Es también un alimento de fácil digestión. Además, todo su aporte de nutrientes la convierte en un alimento ideal para las dietas de deportistas y de veganos y vegetarianos.
  • Es un cultivo que crece bien en suelos pobres en nutrientes. Además, su cáscara extra protege al grano de los ataques de hongos o incluso insectos, por lo que se puede reducir perfectamente el uso de fertilizantes y de productos fitosanitarios en su cultivo sin afectar significativamente a su productividad.

Breve guía de cultivo de la espelta

La espelta es un tipo de cereal que soporta climas duros y es más resistente a padecer enfermedades, como decíamos, gracias a su cáscara. Sin embargo, su producción es menor que la del trigo, motivo por el que se quedó a un lado mientras el cultivo y consumo del trigo se fue extendiendo. ¡Veamos unos breves apuntes sobre el cultivo de este supercereal!

Lo primero es decidir cómo quieres cultivar la espelta. Si quieres cosechar el grano, es mejor plantarla en mesas de cultivo y cajoneras, pero si quieres cultivar tu propia hierba de espelta, puedes cultivarla en maceta. En este último supuesto, hazte con una maceta ancha y baja, tipo bandeja, con un mínimo de 5 centímetros de profundidad.

espelta1. CLIMA

La espelta, al igual que el trigo, no requiere de un clima demasiado húmedo, aunque requiere de cierta humedad, una temperatura de entre 20 y 25ºC para su buen desarrollo, aunque puede soportar climas más duros, y aire a su alrededor para activar los procesos de oxidación.

2. TIERRA

Precisa de suelos profundos que favorezcan el desarrollo de su sistema radicular y con un buen drenaje. En cuanto a la fertilización, no necesita abonos regulares, pero es recomendable proporcionárselo en el momento de la siembra si el suelo es pobre en nutrientes y materia orgánica.

3. SIEMBRA

La siembra de la espelta debe hacerse en otoño si es para cosechar grano. Es importante que antes de comenzar con su cultivo limpies el suelo de las malas hierbas. Tras haber limpiado y aireado el suelo, es el momento de sembrar tus semillas. El marco de plantación habitual es de 5 a 20 centímetros entre línea y plantas. La siembra se hará a golpes de unas 3-5 semillas enterradas a una profundidad de 0,5 centímetros. Las semillas comienzan a germinar muy pronto, entre 1 y 3 días después de la plantación.

4. RIEGO Y MANTENIMIENTO

En cuanto al riego, la espelta no precisa de grandes cantidades de agua ya que aprovecha las lluvias propias del otoño y del invierno para crecer, por lo tanto, sólo es necesario regarla una vez finalice la siembra para asentar la tierra y en caso de que la estación sea muy seca.

5. COSECHA

La espelta está lista para cosecharla cuando el grano está maduro, lo que suele ocurrir alrededor de la octava o décima semana. Para cosecharlos conviene cortar los tallos y atarlos en ramilletes, dejando que se sequen bien a cubierto para luego proceder con la trilla del trigo de manera manual.

 

Como habéis podido comprobar, la espelta se ha ganado con creces su condición de supercereal y superalimento gracias a su historia, su gran abanico de posibilidades y sus beneficios nutricionales y ecológicos. 

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