El verano es una estación idónea para animarnos a probar recetas nuevas porque gozamos de más tiempo libre, estamos más motivados y nos apetecen platos diferentes, ligeros y saludables para hacerle frente al calor. Por eso, hoy os traemos una receta que hará vuestras delicias a base de trigo sarraceno. ¿Quieres saber más sobre este superalimento? ¡Sigue leyendo!
Trigo sarraceno, un superalimento con un alto valor biológico
El trigo sarraceno o alforfón es una planta herbácea anual que podemos cultivar tanto para conseguir su grano como para consumir sus hojas jóvenes. Puedes tenerlo listo en pocas semanas desde su siembra e incluso cultivarlo en interior en recipientes. Además, muchas veces es difícil encontrar su versión fresca, así que desde Eurogarden, os recomendamos cultivarlo en casa y desde la semilla, ya que es la mejor opción para tenerlo a mano y disfrutar de todos sus beneficios tanto como fuente de alimento como en el huerto como cultivo de cobertura y atrayendo a fauna beneficiosa. Además, ¡es extremadamente fácil de cultivar!
Para cultivar la semilla del trigo sarraceno te conviene sembrarlo a principios de primavera en semillero o mediante siembra directa en el terreno dejando una separación de unos 10 cm. entre plantas. Además, estás de suerte porque se adapta a una gran variedad de suelos, tolerando los suelos ácidos y de baja fertilidad y siendo una de las mejores opciones productivas en el proceso de recuperación de tierras improductivas.
En cuanto a las condiciones climatológicas, se adapta a climas frescos y húmedos, desarrollándose en condiciones de sequía y de temperaturas superiores a 25 grados. Lo único que no tolera son las heladas durante su ciclo de cultivo. Sabrás que está listo para cosechar cuando el grano (la semilla) esté maduro, lo que suele suceder alrededor de la octava o décima semana. Corta los tallos y átalos en ramilletes, dejando que se sequen bien a cubierto para luego proceder con la trilla del trigo a mano.
Este pseudocereal (presenta características nutricionales muy parecidas a las de los cereales, pero desde el punto de vista botánico son diferentes) no contiene gluten y es muy rico en proteína vegetal de alto valor biológico, porque contiene aminoácidos esenciales. También contiene vitamina E, que es antioxidante, además de vitaminas del grupo B que ayudan al organismo a absorber la energía necesaria de los alimentos. El trigo sarraceno también tiene un alto contenido en Omega 6 y minerales como el calcio, azufre, zinc, magnesio, fósforo y potasio.
Y no sólo eso, es que con él quedan platos riquísimos como la receta que hoy queremos compartir con todos vosotros: un buddha bowl. ¡Tomad nota!
¿Cómo podemos hacer nuestro Buddah bowl?
El buddha bowl es una receta sencilla que tendréis lista en tan sólo 35 minutos y que podréis servir tanto caliente como fría a vuestros invitados.
INGREDIENTES
- 1 taza de trigo sarraceno en grano
- ½ taza de garbanzos cocidos
- ½ calabaza potimarron
- Zumo de ½ limón y un poco de su ralladura
- Espinaca baby
- 1 huevo
- Algunos tomates Cherry
- Hummus de remolacha
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal marina o de Himalaya
- Algunas nueces o semillas tostadas
- 3 tazas de agua
ELABORACIÓN
- Lava y seca el trigo sarraceno y ponlo a cocinar con tres tazas de agua. Lleva el agua a ebullición, baja el fuego, tápalo y cuece unos 20 minutos, hasta que el agua se absorba. Cuando esté, déjalo enfriar.
- En un bol, mezcla el trigo sarraceno con un poco de zumo de limón recién exprimido y su ralladura, un poco de sal y el aceite. Coloca la mezcla en el bol donde montarás tu buddha bowl.
- En un cazo pequeño, lleva a ebullición el agua y añade el huevo entero. Deja hervir unos 10 minutos. Cuando esté, enfría, pela y corta el huevo por la mitad.
- Pasa por agua los garbanzos cocidos, sécalos y añádelos al bowl, al lado del trigo sarraceno. También puedes saltear un poco los garbanzos o cocinarlos al horno con un poco de curry antes de añadirlos al bowl.
- Lava y corta los tomates cherry y añádelos también al bowl.
- Por último, añade el resto de los ingredientes y en medio pon el hummus o simplemente aliñalo con un poco de aceite de oliva, un chorrito de zumo de limón, sal y pimienta al gusto.
- Ya sólo te queda mezclar bien los ingredientes y si lo ves necesario, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ¡disfruta de tu buddha bowl!
Como veis es una receta sencilla, rápida de elaborar y supersaludable con la que descubriréis todo lo que el trigo sarraceno os puede ofrecer, pero ya os lo adelantamos: ¡una gran versatilidad, matices de sabor y texturas que os sorprenderán!
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