El verano puede ser una época desafiante para quienes cultivan en casa. El calor intenso acelera la evaporación, estresa las plantas y dificulta que germinen o se trasplanten con éxito. Sin embargo, con los cuidados adecuados y algunos trucos, es totalmente posible sembrar y trasplantar de forma segura en verano,
Hoy, en este artículo de Eurogarden te damos los mejores consejos para que tus plantas se mantengan fuertes y saludables durante los meses de más calor.
Prepara bien tu huerto antes de sembrar y trasplantar en verano
Antes de ponerte manos a la tierra en pleno verano, tienes que preparar bien el entorno. Tanto el sustrato como el momento del día y la forma de trabajar con las plantas influyen directamente en el éxito del cultivo durante las jornadas de más calor y, por eso, es fundamental que conozcas y apliques los cuidados básicos a tus plantas. ¡Lo vemos, paso a paso!
1. Hazlo en el momento adecuado. Elige las horas más frescas del día, temprano en la mañana o al atardecer, para reducir el estrés térmico. El sol fuerte del mediodía puede causar un shock para las raíces y dificultar la recuperación de los plantines.
2. Prepara un buen sustrato. Usa un sustrato equilibrado que retenga humedad y drene bien, con compost o humus de lombriz. En semilleros, un sustrato específico mantiene la humedad constante y favorece una germinación uniforme
3. Aclimata las plántulas. Antes de trasplantar, deja las plántulas gradualmente al aire libre durante 7–10 días. Comienza con pocas horas y ve aumentando la exposición, fortaleciendo las plantas ante sol, viento y fluctuaciones térmicas.
4. Controla el agua y la humedad. En verano, combina técnicas de riego eficiente (goteo o riego a pie) con mulching para conservar la humedad del suelo y evitar la evaporación excesiva. Además, vaporizaciones ligeras o sistemas de nebulización sobre el ambiente pueden reducir la temperatura unos grados y ayudar a mantener el entorno fresco.
Cómo sembrar en épocas de calor
Sembrar en verano requiere algo más de atención, pero es totalmente viable si se eligen los cultivos adecuados y se siguen algunas pautas para proteger la semilla y asegurar la germinación.
- Usa semilleros grandes (de unos 400 ml o más), que retengan mejor la humedad y protejan contra el calor.
- Las siembras directas también son posibles. Cultivos como el calabacín, la sandía, el melón, el maíz, leguminosas como las judías o aromáticas como la albahaca o el tomillo, entre otros, se adaptan bien al calor estival. Por lo tanto, no requerirán tanta protección contra las altas temperaturas como otros cultivos más sensibles al calor excesivo.
Cómo trasplantar sin estresar las plantas
Trasplantar cuando hace calor puede parecer arriesgado, pero si se hace con cuidado, las plantas pueden adaptarse rápidamente. Aquí tienes el paso a paso para hacerlo sin que sufran en el proceso.
1. Riega las plantas un par de horas antes de extraerlas. Las raíces estarán más flexibles y saludables.
2. Prepara el nuevo hoyo o maceta grande, con buen drenaje y compost orgánico.
3. Extrae con cuidado, manteniendo el cepellón intacto y manipulando desde las hojas, nunca por el tallo.
4. Planta a la misma profundidad y asienta suavemente para eliminar bolsas de aire.
5. Riega inmediatamente después, pero evitando encharcar para no asfixiar las raíces.
6. Protege con sombra ligera durante unos días y mulching para mantener humedad y temperatura estables.
7. Mantén un riego frecuente pero controlado. El suelo debe permanecer húmedo, pero nunca encharcado.
Cuidados posteriores: trasplante a prueba de calor
Una vez trasplantadas, las plantas necesitarán unos cuidados extra para adaptarse sin problemas Si bien ya te dimos una serie de consejos para proteger tu huerto del calor en otro post anterior, es importante recalcar la importancia de la hidratación constante y la protección contra el sol directo. ¡Serán tus grandes aliados en estos meses!
- Riego regular, especialmente durante las primeras 1-2 semanas para evitar estrés hídrico.
- Mulching, para mantener humedad y proteger las raíces continuamente.
- Evita la fertilización inmediata. Espera unas dos semanas tras el trasplante para no sobrecargar las raíces.
Con un poco de estrategia, eligiendo bien el momento, el suelo adecuado y protegiendo a las plantas, es totalmente viable sembrar y trasplantar en verano. Así podrás disfrutar de una huerta vibrante incluso bajo el sol más intenso.
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